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Pan de masa madre con harina integral ecológica

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Ya hemos hablado en este blog de los beneficios de comer un "pan de verdad", o sea un pan integral de masa madre, que no lleve nada más que harina, sal y agua. Aquí va una receta más fácil que la que estaba colgada hasta ahora. Las proporciones son para un kilo de pan (después del horneado). Tienes que haber "cultivado" la masa madre unos días o semanas antes. Puedes encontrar consejos aquí para empezar el proceso(clica!). Aquí haremos toda la masa madre con harina integral (el proceso es el mismo). No dudes en ir a tiendas ecológicas o tiendas especializadas en harinas para encontrar una harina integral ecológica de calidad, la de los supermercados suele ser de pésima calidad.


Ingredientes :
  • 600g de harina integral ecológica
  • 240g de masa madre
  • 360g agua a 30 grados (25 grados si hace mucho calor en tu casa)
  • 10g de sal

(Alimentar la masa madre unas 4 horas antes de empezar el pan. Tiene que estar en el punto de máxima activación de las levaduras. )

Calentar el agua a 30 grados y mezclarla con la sal en un bol grande. Añadir la masa madre y mezclar lentamente con una cuchara. Verter la harina, y empezar a amasar. La masa tiene que tener una consistencia suficientemente densa como para poder amasarla con las manos, pero suficientemente flexible para que no tengamos que hacer mucho esfuerzo para amasar. (Es probable que tengas que reducir o aumentar ligeramente la cantidad de agua en función de la calidad de tu harina, cada harina absorbe más o menos agua.)
Amasar unos 15-20 minutos en la mesa, lentamente primero, aumentando poco a poco la velocidad y la energía del amasado a medida que la masa vaya cogiendo cuerpo. Sentiremos que la masa está ya a punto cuando esté muy elástica y se despegue de la mesa sin romperse.
Dejar reposar la masa 10 minutos en el bol para que la harina acabe de absorber bien el agua. La masa se volverá también más elástica y fácil de amasar. 
Volver a poner la masa en la mesa, aplastarla ligeramente en forma de un disco grueso, e ir doblándola sobre si misma como si quisiéramos encerrar algo adentro. Ir repitiendo esta operación 3 o 4 veces para justamente encerrar el máximo aire posible, esto mejorará la fermentación y la creación de burbujas. Formar una bola bien limpia sin arrugas, y ponerla en el bol con la parte abombada arriba (o sea la parte de los lados que hemos doblado y sellado abajo).

Dejar que vaya fermentando a temperatura ambiente unas 3 horas (hasta que dobre de volúmen). La temperatura ideal del lugar de fermentación tendría que ser 25 grados. Si hace más calor, la masa necesitará menos tiempo de reposo, y si hace más fresquito la tendremos que dejar una hora más o así.

Pasado este tiempo, volcar otra vez la masa en la mesada, y volver a realizar la operación de doblar los lados hacia el centro para encerrar aire. Esta vez la haremos sólo una vez y muy brevemente para no dañar la masa y la red de gluten formada. Volver a formar una bola bonita, y dejarla reposar otra vez en el bol, sobre un trapo bien enharinado, esta vez con la parte abombada abajo (o sea con los bordes doblados y sellados puestos hacia arriba). De esta forma, en el momento de hornear, sólo tendremos que darle la vuelta al bol en la placa del horno para tener nuestro pan con el lado bonito arriba. Si tienes un bol especial para el pan (de los de ratán), mejor aún porque están hechos para favorecer que la masa coja más volúmen. Además dejan un dibujo circular hecho por la harina que se ve muy bonito al final de la cocción, como el de las fotos.

Tapar con otro trapo y dejar reposar unas dos horas más.
Calentar el horno a 250 grados. Preparar un cuenco o un molde planito con agua caliente y ponerlo abajo del horno. Este proceso nos permitirá conseguir mucho vapor al principio de la cocción, lo cual nos permitirá conseguir una costra más fina y crujiente.
Disponer el pan en la placa del horno bien cubierta de harina para que no se pegue. Para hacerlo, sólo tenemos que darle la vuelta al bol, así no tendremos que tocar la masa que estará muy blanda e hinchada, o sea difícil de manipular sin que se deforme. Cuanto más rápido lo hagamos, menos aplastaremos las burbujas de la masa, y el pan saldrá mas aereado! Hacer unos cortes con una cuchilla o un cuchillo muy bien afilado en la superficie de la masa para decorar y permitir que el pan pueda subir de forma más homogénea. Este dibujo será tu firma! 

Hornear a 250 grados los 15 primeros minutos, luego bajar a 220 los 30 a 40 minutos siguientes.
El pan está cocido cuando la costra se vea bien dorada y lo más importante de todo es que cuando le demos la vuelta, tiene que sonar hueco. Está es la señal de que está cocido.
El pan tiene que estar siempre bien cocido, y lo tenemos que dejar enfríar totalmente para evitar dolores de barriga (al enfríarse, el gas de las burbujas se irá sustituyendo por el aire ambiente). 
Sacarlo y dejarlo en una reja para que vaya circulando bien el aire al enfriarse.




Cookies veganas saludables

 

Sí, has leído bien, las mejores galletas también pueden ser saludables! Estas cookies son una forma muy sana de desayunar o merendar ya que no llevan nada de azúcar refinado, y en cambio aportan muchisima fibra que nos permitirá tener una sensación de saciedad hasta la próxima comida. Al llevar frutos secos, avena, chocolate negro y coco, son casi un "super alimento" en sí, ya que nos proporcionan todos los nutrientes que necesita nuestro cuerpo. Asi que no lo dudes, prepáralas y podrás merendar sin culpa!

Ingredientes (para 8 cookies medianos) : 
  • 70g de almendras
  • 60g de copos de avena
  • 60g de dátiles (sin hueso)
  • 30g de aceite de coco
  • 20g de coco rallado
  • 20g de harina de maíz 
  • 3 cucharadas de semillas de lino
  • 2 cucharadas de jarabe de ágave 
  • 1 cucharadita de polvo de hornear (o bicarbonato)
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 30g de chocolate negro a 70% de cacao
Poner las semillas de lino en un vaso con 5cl de agua. Dejar que las semillas vayan absorbiendo el agua unos 10 minutos. Mezclar la harina de maíz con 3 cucharadas de agua fría, y añadir todo a las semillas de lino.

En un procesador, poner las almendras + la mitad de los copos de avena y procesar hasta conseguir una harina gruesa. Sacar y poner en un bol. Poner los dátiles en el procesador y machacarlos hasta conseguir una masa. 

Mezclar la avena con las semillas de lino + maicena. Añadir el aceite de coco, el coco rallado, la mezcla de almendra y avena trituradas, el polvo de hornear (o bicarbonato), el extracto de vainilla, la sal, el jarabe de ágave y los dátiles. Amasar todo con las manos hasta que todos los elementos se incorporen bien.

En una placa de horno forrada con papel antiadherente, formar unas pelotitas de masa del tamaño de unas albóndigas. Incorporarles el chocolate en pepitas gruesas y aplastar ligeramente con la mano para darles la forma de galletas redondas (crecerán ligeramente en la cocción).




Hornear unos 15 minutos a 190 grados. Sacarlas y dejarlas secar un poco (quedarán muy esponjosas en el centro, y crujientes por fuera). Si prefieres galletas más crujientes, puedes hacer 12 cookies en vez de 8 : al ser más pequeñas se secaran más.



Barritas de cereales con okara


La barrita de cereales es un gran clásico de los deportistas, aunque también puede encontrar su lugar en la mochila de los niños para tener una merienda saludable en el cole. Muy fáciles de preparar, las barritas caseras te permiten comer alimentos 100% naturales, 100% saludables, sin ningún aditivo o conservante. Nada que ver con las barritas industriales, que traen muchísima glucosa y pocos nutrientes.
Éstas van con okara, que es el residuo de la leche de soja (la parte de las habas trituradas que se queda filtrada, puedes descubrir lo que es en este vídeo). La okara contiene muchas proteínas, y contiene casi toda la fibra de las habas de soja. Por eso estas galletas también son muy saciantes y serán ideales para desayunar o merendar.


Ingredientes (para 8 barritas grandes) :

  • 100g de okara 
  • 50g de anacardos
  • 50g de almendras
  • 50g de nueces
  • 50g de dátiles
  • 20g de bayas de gojí
  • 100g de avena
  • 3 cucharadas de miel o sirope de ágave
  • 30g de chocolate a 70% de cacao


Poner todos los frutos secos en el bol de un mixer. Triturar hasta tener una consistencia un poco pegajosa, pero que todavía se encuentren trozos.
En un bol, mezclarlos con la avena, la okara, el chocolate en pepitas (o trocitos), y la miel o el sirope. Se puede mezclar con las manos para amalgamar mejor los ingredientes. 
Poner esta mezcla en moldes de silicona de forma rectangular, y hornear 10 minutos a 180 grados. Sacar del horno, dejar enfríar 2 horas como mínimo, y desmoldar. 
Las barritas se conservarán 4 o 5 días en un tupper a temperatura ambiente.


Manjar blanco y carquiñolis

El manjar blanco o "menjar blanc" es un postre típico de Cataluña, aunque se haya hecho popular en toda Europa. Es una crema tipo natilla, hecha con leche de almendra, almidón y aromas. Para acompañarla qué mejor que unos carquiñolis, también originarios de Cataluña! Estas dos preparaciones tienen la ventaja de llevar mucho fruto seco, y relativamente poco azúcar, por lo que (aunque sean "contundentes") resultan mucho más saludables que otros postres que suelen llevar mucho azúcar refinado y grasas saturadas. 

Ingredientes :

Para el manjar blanco :
  • 400ml de leche de almendras
  • 60g de azúcar
  • 18g de almidón de maiz
  • piel de 1/2 limón
  • 1 pizca de canela 
  • 1 cucharadita de agua de azahar
Para los carquiñolis : 
  • 90g de harina
  • 30g de almendra molida
  • 75g azúcar glas
  • 10cl agua+20g de semillas de lino
  • 5g de impulsor
  • 1 pizca de canela
  • 75g de almendras crudas con piel 

Preparar el manjar blanco : poner al calentar la leche de almendra con la piel de limon. Cuando esté a punto de hervir, apagar el fuego y dejar infusionar 15 min. Mezclar el azúcar con el almidón, diluirlos con un poco de leche de almendra fría. Volver a calentar la leche con la canela y el agua de azahar. Añadir la mezcla de azúcar y almidón y llevar a ebullición sin parar de remover. Dejar hervir un minuto removiendo bien con varilla para que espese la crema sin que se formen grumos. Sacar del fuego, verter en una fuente o en cuencos individuales y tapar a piel. 
Dejar enfríar.

Carquiñolis : poner a remojar las semillas de lino en 10cl de agua, dejarlas media hora como mínimo. 
Mezclar la harina con las almendras molidas, el azúcar, el impulsor y la canela. Añadir las semillas con su agua y trabajar con espátula hasta conseguir una masa parecida a la de un pan. (Incorporar más agua si hace falta). Incorporar entonces las almendras picadas de forma gruesa e irregular. 

Disponer la masa en forma de pan alargado tipo baguette sobre una alfombra de silicona en la bandeja del horno. Precalentar el horno, y hornear unos 30 minutos a 170º, hasta que tome un poco de color. Sacar del horno, dejar que se enfríe un poco. Cuando se pueda ya tocar con los dedos, cortar unas rebanadas de 1/2cm de grosor, procurando no romperlas (es la parte más difícil!). Disponer estas rebanadas otra vez en la bandeja del horno y hornear unos 5 minutos más para que se vayan secando bien. Dejar enfríar.

Servir el manjar blanco con los carquiñolis, para que se pueda mojar cada rebanada en la crema fría.


Veggie+ : gracias a la presencia de almendras, estas dos preparaciones traen una gran cantidad de proteínas vegetales, calcio, y vitamina E (con grandes propiedades antioxidantes). La mayoría del aporte en hidratos de carbono es de absorpción lenta, por lo que aunque sea un postre bastante calórico, también tiene un gran poder saciante que permitirá no tener hambre hasta la próxima comida : no son calorías vacías! :)

Gofres de castañas

Unos gofres diferentes, muy dulces y perfumados gracias al aroma delicado de la castaña.
La castaña es muy rica en minerales, en fibra, y mucho menos calórica que la harina de trigo. Tiene a parte un gran poder saciante, por lo que estos gofres son perfectos para tomar en el desayuno : aguantarás perfectamente hasta la comida! Además, son perfectos para llevar, porque fríos son iguales de buenos.





 





Ingredientes :
  • 300g de castañas crudas, o 150g de harina de castaña
  • 150g de harina de trigo integral
  • 50g de azúcar
  • 2 huevos ecológicos
  • 40cl de leche
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 cucharadita de impulsor
  • 1 pizca de sal 




Preparar las castañas el día anterior : hacer una incisión en forma de cruz en la punta de cada castaña. Esto permitirá poder pelarlas más fácilmente una vez asadas. Ponerlas en la bandeja del horno, y hornearlas unos 30 minutos a 200 grados. Dejar que se enfríen completamente.

Una vez frías, pelarlas y ponerlas en el bol de un mixer, o un blender muy resistente : yo lo hice con el Optimum 9200 de Froothie, que está a prueba de balas. :)
Añadir la harina de trigo : permitirá que las castañas no se peguen entre sí a la hora de triturarlas. Triturar en el blender hasta que queden totalmente en polvo, no tiene que quedar trozos grandes, sino se notarían en los gofres.
Añadir el resto de los ingredientes, triturar bien y dejar reposar la masa media hora como mínimo.

Preparar los gofres, cociéndolos 4 o 5 minutos de cada lado, dependiendo del aparato. 
Estos gofres estarán buenísimos con mermelada de castaña (cómo no!), Nutella, o simplemente un poquito de azúcar glas. 

Muffin de cacahuete y chocolate


Una opción vegana a una tradicional delicia para el desayuno o la merienda. El cacahuete, además de sustituir parte de las grasas y los huevos, le da un toque perfumado al muffin y combina muy bien con el chocolate.

Ingredientes (para 4 muffins, o 8 magdalenas) :
  • 175g de harina
  • 90g de azúcar
  •  40g de aceite de cacahuete
  • 100g de cacahuetes (crudos o fritos)
  • 30cl de agua
  • 100g de chocolate a 70% de cacao
  • 5g de impulsor
  • 1 pizca de sal
  • 2 gotas de extracto de almendra o de vainilla

Poner los cacahuetes en el bol de un mixer, y turbinar hasta tener una pomada. Añadir el aceite, el extracto de vainilla o almendra, y el agua poco a poco hasta que emulsione. Añadir el azúcar, turbinar. Añadir la harina y el impulsor, la pizca de sal, y turbinar. Incorporar el chocolate cortado en trocitos y repartir en moldes para muffins o magdalenas.

Hornear a 180 grados unos 20 minutos para moldes de muffins, 12 minutos para moldes de magdalenas.


Truco : si dejas la masa en la nevera un día o dos antes de hornearla, los muffins crecerán más en su centro, para obtener la típica forma de magdalena!

Pan integral de masa madre

masa-madre-pan-integral-levaduraNo es fácil encontrar pan "de verdad". Muchas panaderías venden pan tipo "baguette", que poco tiene que ver con la baguette francesa : muy blanco, se pone duro muy rápido, y aunque te comas media baguette, tienes hambre al cabo de pocas horas! Además puede llegar a incluir más de 30 aditivosquímicos en su preparación... 
sour-dough-sourdough-masa-madreLa ventaja de usar masa madre en vez de levadura es que el pan es mucho más elástico y se conserva mucho más tiempo, porque contiene más proporción de agua que el pan industrial. También la masa madre al ser fermentada le da al pan unas propiedades nutritivas que no tiene el pan industrial (entre otras cosas, lo hace más fácil de digerir y facilita la absorción de los ácidos aminados del trigo).  

Si el pan fue el alimento principal de nuestros antepasados en tantos siglos, no puede ser tan malo, verdad? No claro, pero tiene que ser de calidad, hecho con ingredientes nobles y tiempo suficiente, no con una cantidad enorme de gluten y levaduras químicas que aceleran el proceso pero no permiten las reacciones químicas naturales. Ahora que se registran tantas intolerancias al gluten, cabe preguntarse de dónde vienen...y como evitarlas. El pan de masa madre permite a muchos celíacos ligeros disfrutar de su buena miga por su mejor digestibilidad. Por todas estas razones, si no encontramos un pan decente en el comercio (a un precio razonable), vale la pena hacerlo en casa. Además es la solución más segura : sabes qué ingredientes le pones a tu pan, y lo puedes conservar muchos días. Y si has hecho de más, también lo puedes cortar y poner en el congelador, sólo te hará falta poner unas rebanadas cada mañana en la tostadora o en el horno : el pan recuperará todo su sabor y textura.

Te atreves a probar a hacerlo? 

Para empezar, necesitarás los elementos siguientes :

La harina :

Floja o de fuerza?
La harina para hacer el pan tiene que ser de fuerza, o "panificable". La harina de fuerza contiene más gluten que la harina floja (12% en vez de 7%), y este gluten es el que permite que nuestra masa crezca correctamente porque nos permite crear, a medida que vamos amasando, una red de filamentos que atraparán las burbujas de aire que formen las levaduras. De esta forma tendremos un pan esponjoso.
Las harinas enriquecidas con malta son más fáciles de fermentar porque los granos germinados tienen enzimas que hacen que los azúcares sean más simples (y así favorecen el desarrollo de las levaduras).

Refinada o integral?
La harina, cuanto más refinada menos saludable, en el sentido de que quitando las partes más fibrosas del trigo, también quitamos nutrientes y vitaminas. Por otro lado, cuanto más integral sea la harina, más costará que leve el pan, porque pesará más! Por eso os propongo en esta receta un pan semi-integral, que permite conservar las ventajas nutricionales y también la esponjosidad.


La masa madre :

La masa madre es una sencilla mezcla de harina y agua que se deja fermentar. La harina contiene naturalmente levaduras (cuánto menos refinada la harina, más levaduras contiene), sólo hará falta ponerlas en un medio húmedo y caliente para que se empiecen a desarrollar. 

Para lograrlo, se pone el mismo volumen de harina y de agua en un recipiente tapado, y se deja fermentar. El proceso puede tardar desde varias horas en verano a varios días en invierno, porque la multiplicación de las levaduras depende de la temperatura. Suelen estar "a gusto" entre 30 y 38 grados, así que la masa fermentará mejor en un ambiente caliente, aunque no tiene que superar nunca los 40 grados, sino se morirían las levaduras. Un buen lugar para la masa en invierno puede ser a proximidad de una estufa, sin llegar a tocarla. En verano ponerla en un lugar en el que le dé el sol le permitirá encontrar su temperatura ideal. 

Sabrás que están empezando a desarrollarse las levaduras cuando veas aparecer en la superficie de la masa unas burbujas. Las burbujas son la señal de que las levaduras están "comiendo" harina, y expulsan dióxido de carbono en su desarrollo. Este dióxido de carbono es el responsable de que se formen luego burbujas en la masa de nuestro pan para que la miga sea bien esponjosa.
A continuación te daré todas las cantidades para que puedas probar a hacer un pan de masa madre. Suele costar un poco al principio porque necesitarás conocer tu harina y "sentir" tu masa, pero después de probar unas veces, ya verás como sale un pan bien aereado y sabroso.

Primero, prepara la masa madre con estas cantidades :

200g de harina integral
200g de agua

Mezcla estos ingredientes en un recipiente bastante grande (por ejemplo de tipo tupper con tapa), y tápalo. Dejalo en el lugar más cálido de la casa.


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Burbujas en la masa madre
A la mañana siguiente, mira si se han formado burbujas. Si no ha pasado nada, vuelve a cerrar y espera un día más (si es invierno, lo más probable es que sean al menos 2 días de espera). Cuando al fin haya muchas burbujas en la superficie, saca unas dos cucharadas de masa, tíralas y sustitúyelas por su mismo volumen de harina y agua, para volver a tener la misma consistencia. Esta operación se llama "refrescar" la masa, permite que las levaduras tengan más "comida" y puedan seguir desarrollándose. De esta forma, se refuerza nuestra masa madre, teniendo más levaduras en el mismo volumen de antes. Vuelve a cerrar y espera un día más. Al día siguiente tendrías que tener más burbujas aún, y la masa habrá aumentado de volúmen. También es posible que una capa de agua se separe del resto de la masa por sinéresis. El olor tiene que ser el típico del yogur, un poco ácido, pero nunca tiene que oler mal. Si huele mal tiralo todo, y vuelta a empezar!

Lo sabías? 
Se sitúa el comienzo del uso de la masa madre en Egipto antiguo, hace 5000 años
La masa madre está viva, se puede conservar el tiempo que quieras en la nevera, sólo hace falta "darle de comer" cada 2 o 3 días, de la misma forma que lo hicimos antes : quitar dos cucharadas de masa, y sustituirlas por la misma cantidad de harina y agua. Si la conservas fuera, tendrás que tener más cuidado y disciplina a la hora de alimentarla ya que la temperatura varía. 
Existen masas madres que se conservaron 40, 50, hasta 100 años con este sistema de quitar masa y poner harina y agua nuevas.


Una vez tengamos la masa madre, podremos empezar con la masa del pan. Haremos dos masas : una pequeña sólo con harina blanca, otra con la harina integral.



Masa de harina blanca :


300g harina blanca de fuerza

200g agua
5 gramos de levadura fresca 

Mezcla la harina con el agua (fría, no tibia), amasa un poco (2-3 minutos), y deja reposar 5 minutos. Vuelve a amasar 5 minutos, deja reposar 5 minutos. Vuelve a amasar 5 minutos, añadiendo 5 gramos de levadura fresca (es opcional, pero permite que el pan salga más esponjoso). Amasa bien y deja reposar tapado con un paño hasta que la masa doble de volumen.


Masa de harina integral :

500g harina integral
180g salvado de trigo o de avena
400g harina blanca de fuerza
18g sal
700g agua
1/2 vaso de semillas remojadas en agua(lino, sésamo, amapola, pipas...lo que te guste!)


Mezclar en seco las harinas con el salvado y la sal. Añadir poco a poco el agua (fría), hasta tener una consistencia firme que se pueda amasar, pero que se pegue todavía ligeramente a los dedos (casi seguro que la cantidad de agua indicada variara dependiendo de la harina que uses). Amasa para

que se amalgamen los ingredientes (unos 2-3 minutos), y deja reposar la masa unos 10 minutos. Esta
operación permite que la harina vaya absorbiendo bien el agua, y nos permite amasar menos tiempo. Volver a amasar unos 5 minutos, y dejar reposar otros 10. La masa tiene que volverse un poco más elástica. Amasar otros 5 minutos, intentando estirar bien la masa, sin romperla nunca (de esta forma desarrollamos una red de filamentos con el gluten que nos ayudarán a que la masa leve mejor). Dejar reposar 10 minutos.


Una vez reposada la masa, sacarla, estirarla con las manos para formar un disco grande en la mesa. Sacar la otra masa (la de harina blanca), estirarla en un disco y disponerla encima. Enrollar las dos masas juntas, y amasar para que se vayan amalgamando. Dejar reposar 5 minutos, volver a estirar en un disco grande, y volcar encima la masa madre. Encima, verter las semillas remojadas. Aqui viene lo bueno : replegar el disco sobre sí con cuidado para que no se salga la masa madre, volver a poner la masa en el bol, y amasar hasta que todo este amalgamado.

Cuando esté todo bien mezclado, volcar la masa en la mesa espolvoreada con buena cantidad de harina, y amasar con energía. Primero tendremos una masa muy líquida y muy pegajosa, no hay que asustarse. ;) Necesitaremos unos 15 minutos de amasado para obtener una masa elástica que se empiece a despegar de los dedos y de la mesa. Es un buen ejercicio para los biceps ;), y a la vez es muy satisfactorio ver como la masa va cambiando y va cogiendo más cuerpo.

Una vez veamos que se despega la masa y se ha vuelto muy elástica, ponerla de vuelta en el bol. Aqui si queremos hacer un pan de molde, sacaremos un poco de masa para disponerla en el molde (llenar más o menos a la mitad). Cubrir tanto el molde como el bol con un paño húmedo o un film alimentario, y poner todo en la nevera a fermentar una noche (12 horas). 

A la mañana siguiente, sacar la masa de la nevera. Tiene que haber casi doblado de volumen. Ahora tendremos que "bolear" la masa, es decir darle la forma que queremos que tenga el pan. (El de molde lo dejaremos tal cual, a temperatura ambiente mientras boleamos el resto). 

Para bolear, volcamos la masa en la mesa espolvoreada generosamente con harina, y cortamos trozos de masa del tamaño que nos vaya mejor. Estiraremos ligeramente cada trozo con las manos para luego replegarlo sobre sí. Para hacer una forma de baguette, estiraremos un poco en el sentido del largo, doblaremos las extremidades, y enrollaremos la masa en su lado más ancho como si se tratara de un brazo de gitano. Para panes redondos, replegaremos los lados de la masa como si estuvieramos haciendo un petate, y dejaremos la bola de masa con el lado liso arriba. La idea es que entre aire en la masa para que pueda levar mejor. Hay que manipularla con cuidado, procurando no aplastarla para que no se nos vayan todas las burbujas. 
Una vez boleado el pan, dejarlo directamente en la placa en la que lo vayamos a hornear, dejando bastante espacio entre cada pan (porque crecerá la masa!), tapado con un paño húmedo hasta que aumente de volúmen (20-30 minutos). Mientras, calentar el horno a 230 grados. 


Truco importante : 
Poner abajo del horno un recipiente con agua muy caliente para que se forme vapor. Esto nos permitirá conseguir una costra de pan fina y muy dorada. Justo antes de meter los panes al horno, rajarlos con un cuchillo muy afilado, dándoles el estilo deseado (forma de cruz, de espiga...), y echarles agua con un spray también para mejorar el aspecto de la costra. 

Hornear a 230 grados primero, hasta que crezca el pan hasta su máximo volumen y que la costra se vea dorada. Luego poco a poco bajar el horno hasta 190-200º. El tiempo de cocción oscilla entre 40 minutos para un pan de molde o un pan grande a 15 minutos para panecillos pequeños, asi que tendrás que ir vigilando. Una buena forma de saber si el pan está hecho es golpear la parte de abajo con el dedo : si suena hueco, está hecho!

Si tienes panes de varios tamaños, lo mejor es disponerlos en diferentes placas de horno para poder sacar los pequeños primero.

Una vez sacados del horno, dejar los panes en una reja para que se vayan enfriando sin ablandarse. Nota importante : comer pan caliente está buenísimo de sabor, y malísimo para el estómago, asi que será todo un dilema elegir si esperar o no!


El pan es una mina de nutrientes, y combinado con legumbres permite construir una proteína de calidad igual a la proteína animal. En los últimos años, el pan ha adquerido mala fama por la mala calidad de sus ingredientes (en particular el gluten). El pan no engorda, nos engorda el consumo en exceso (por ejemplo en los bocadillos). Si lo comemos de buena calidad y en cantidad moderada, es un alimento muy beneficioso. Puedes encontrar más info en la web, si buscas "masa madre" encontrarás millones de consejos y trucos!

Empanadillas de manzanas y pasas

Un dulce que va a encantar a todos...veganos incluidos! El dulce sabor de la manzana caramelizada, un toque de vainilla y de canela.
Puedes llevar tus empanadas a la oficina para desayunar, o de picnic, o sencillamente consumirlas calientes de postre, con una bola de helado de vainilla...una delicia!




Ingredientes (para 6 empanadas) :

  • 1 masa quebrada (hecha con aceite de girasol)
  • 3 manzanas
  • 20 gramos de pasas
  • 50 gramos de azúcar
  • 10 gramos de azúcar avainillado
  • 1 pizca de canela
  • 2 cucharadas de rón añejo


Preparar la masa con aceite de girasol, y añadir un poquito de los azúcares a la preparación (azúcar normal y azúcar avainillado). Reservar en la nevera.

Pelar las manzanas, cortarlas en rebanadas de 5-6 mm de grosor, y echarlas en una sartén con el azúcar.
Añadir las pasas previamente remojadas en agua,el rón, y dejar a fuego vivo unos 6-7 minutos hasta que caramelice. Añadir la canela, el azúcar avainillado, dejar medio minuto más y apagar el fuego. Dejar en un plato hasta que se enfríe.

Extender la masa quebrada con un grosor de 2-3 milimetros. (Las empanadas serán más ligeras y más sabrosas si la masa es fina.)
Cortar círculos de unos 15cm de diámetro.

Disponer unas rebanadas de manzana y unas pasas en la mitad de cada circulo y doblar la otra mitad. Cerrar bien los dos cantos con un poquito de agua, y presionar con la punta de un cuchillo o de una cucharita.

Si nos queda un poco de masa podemos decorar las empanadas con trenzas u otras formas hechas con los restos (flores, letras...).
Pintar la masa con un poco de leche o nata de soja para que las empanadas se queden doradas en el horno.

Hornear a 200 grados unos 15 minutos. Servir caliente o frío!

Magdalenas de pera

Para muchos de nosotros, las magdalenas tienen el sabor de nuestra infancia. Y si las hacemos en casa, aún más! En esta receta, se incorporan pera y almendra en polvo, para hacerlas aún más sabrosas.


Ingredientes (para 6 magdalenas medianas, o 10 pequeñas) :

  • 60 gramos de azúcar (o edulcorante, o fructosa)
  • 2 huevos
  • 40 gramos de harina integral
  • 20 gramos de almendras en polvo
  • 1 cucharadita de levadura
  • 30 gramos de mantequilla
  • 1/2 cucharadita de extracto de almendra
  • 1/2 pera



Batir los huevos (enteros) con el azúcar. Añadir el extracto de almendra, la pizca de sal, la harina, las almendras en polvo, la levadura y mezclar bien. Añadir la mantequilla, volver a mezclar.
En unos mini-moldes para muffins, o aún mejor, moldes para magdalenas, repartir la masa hasta 2/3 de la altura de los moldes.
Pelar la pera, cortarla en dados muy pequeños y añadir unos trocitos en cada molde. Hornear a 180 grados unos 30 minutos (menos tiempo si los moldes son muy pequeños).


Veggie+ : para que la receta se vuelva vegana, podemos sustituir los huevos por un plátano muy maduro machacado, y la mantequilla por aceite vegetal (que no sea de oliva).

Pan integral con frutos secos

El pan es la base de la alimentación en casi todas las culturas. Aunque no haya que abusar de ello por su gran aporte energético, si se toma en el desayuno o el almuerzo es una excelente fuente de energía muy sana para empezar el día.
Para darle aún más vitaminas, más fibras y más sabor, le añadiremos frutos secos en esta receta.


Ingredientes :

  • 500g de harina integral
  • 35cl de agua
  • 3/4 de un sobre de levadura de panadería
  • 2 cucharadas de miel
  • 120g de frutos secos : pasas, nueces, avellanas, albaricoques
  • 10g de sal
Preparación :

Si se dispone de una máquina de pan : verter el agua (tibia) y la miel primero, y luego añadir la harina. Incorporar la levadura de un lado, y la sal de otro. Poner la máquina en programa "masa". Dejar que se amase unos 15-20 minutos, y añadir los frutos secos.



Si no se dispone de máquina de pan : en un cuenco verter la harina, y en medio la levadura, el agua tibia, la miel, y la sal. Amasar bien. Una vez amasado, añadir los frutos secos y amasar de nuevo. Poner un paño encima y dejar que la masa levante una hora en un sitio a temperatura de más de 25 grados (cerca del horno, o en un sitio soleado pero sin viento).

Una vez que haya levantado la masa, volver a amasar un minuto, y formar una bola. Espolvorear un poco de harina en la placa del horno para que el pan no se pegue, cortar unas rayitas con una cuchilla sobre el pan para que pueda levantar bien, y hornear a 200 grados, unos 35 minutos.
El pan está listo cuando está un poco dorado.

Este pan está perfecto para el desayuno de toda la familia.


Veggie+ : El pan, y más cuando es integral, es un alimento muy sano y muy energético. A parte de los carbohidratos que nos proporciona, contiene muchas vitaminas, minerales, y un alto contenido en fibras, que nos ayudan a mantenernos en plena forma.
Más información sobre el pan integral.